del 4/10 al 14/10 de 2017
Flores que acompañan mi despertar.
Descalza, al amanecer, voy a olerlas.
El gran
limonero del patio de mi casa se transforma en un minúsculo limón.
Mi abuela Rufina sentada al lado del gran jazmín.
El pozo lleno de misterios.
Espacios que acogen fragmentos de sueños vividos.
Entré en la Escuela de Arte y Oficios de Sevilla por mi
interés por el arte, pero sin tener claro cuál sería la disciplina que quería
aprehender.
Un día en mi primer año de estudios, oí el sonido rítmico de
unos martillos. Caminé hacia donde venían y cuando entré en el aula, sentí que
yo quería hacer eso. Desde entonces, de esto hace treinta y seis años, no he
dejado de repujar/ cincelar.
Trabajé unos años en talleres sevillanos participando en la
realización de pasos de Semana Santa. Pero yo quería hacer cosas pequeñas y
decidí hacer joyería. Me vine a la Escuela Massana. Aparte del cincelado, en
mi trabajo, utilizo para expresarme diferentes técnicas y materiales.
Carmen Amador.